Economía

¿Hacia dónde se dirigen las tasas de interés?

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La reciente reducción de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal ha desatado un nuevo debate en el ámbito financiero. Ya no se trata de cuándo comenzará la reducción de tasas, sino de dónde se estabilizarán finalmente. Este cambio de enfoque es crucial, ya que el nivel en el que las tasas de interés se asienten afectará de manera significativa a la economía en su conjunto. Sin embargo, el debate a menudo se centra en la tasa de interés neutral real, conocida como «R-star», y a menudo no se explora en profundidad los matices que podrían influir en las tasas a largo plazo.

El significado de la tasa «R-star»

La tasa neutral o «R-star» es aquella que no estimula ni frena el crecimiento económico, una especie de «zona de confort» para la economía, comparable al «punto exacto» en la fábula de Ricitos de Oro: ni demasiado caliente, ni demasiado frío. Esta tasa es crítica para entender la evolución de la política monetaria, pero calcularla es un desafío, ya que se basa en estimaciones y varía con el tiempo debido a múltiples factores tanto domésticos como globales.

Un vistazo a 2018 nos brinda una referencia útil. Ese año, la inflación estaba en el objetivo del 2%, y la economía estadounidense se encontraba en pleno empleo. En respuesta, la Reserva Federal elevó la tasa de fondos federales al 2.5%, lo que equivalía a una tasa real del 0.5%. Este valor se consideraba entonces un nuevo punto neutral para la política monetaria.

Antes de la crisis financiera global, la tasa real de política monetaria promediaba alrededor del 2%, con una tasa nominal cercana al 4%. Hoy, los pronósticos de la Fed sugieren un objetivo de tasa de fondos federales en torno al 3% una vez que la inflación se estabilice en 2% y el mercado laboral recupere el pleno empleo.

La pregunta ahora es si esta tasa neutral ha cambiado desde la pandemia. Algunos argumentan que factores como el creciente déficit fiscal y una posible explosión de productividad impulsada por la inteligencia artificial podrían exigir una tasa neutral más alta que el 1% estimado por la Fed.

El impacto en la curva de rendimiento

Si bien es importante determinar dónde se situará la tasa neutral a largo plazo, otro factor clave que merece atención es la forma de la curva de rendimiento de los bonos. Esta curva muestra cómo las tasas de interés varían según el plazo de los bonos, y normalmente tiene una pendiente positiva, lo que significa que las tasas a largo plazo son más altas para compensar el riesgo de mantener deuda durante más tiempo. Esta compensación adicional se conoce como la «prima de plazo».

En los últimos tiempos, la curva de rendimiento en Estados Unidos ha estado invertida, lo que significa que las tasas a corto plazo han sido más altas que las de largo plazo, un fenómeno poco común. Sin embargo, no se espera que esta inversión sea la nueva norma. A medida que el mercado de bonos se adapte en los próximos años, es probable que la curva de rendimiento recupere su pendiente positiva.

La razón de este cambio radica en la creciente oferta de bonos que el mercado deberá absorber en los próximos años, especialmente debido al aumento de la deuda pública. Los inversores en bonos necesitarán una mayor prima de plazo para asumir el riesgo de estos activos a largo plazo. Aunque la prima de plazo es difícil de observar directamente, se puede estimar de dos maneras. Una de ellas es mediante encuestas a los participantes del mercado, que en su forma más reciente sugieren una prima de plazo de 0.85 puntos porcentuales.

Otra forma de estimar la prima de plazo es a través de modelos estadísticos de la curva de rendimiento. Este enfoque sugiere que actualmente la prima es cercana a cero. Sin embargo, muchos prefieren las estimaciones basadas en encuestas del mercado, lo que sugiere que la prima de plazo es positiva y probablemente aumentará en el futuro.

¿Qué significa todo esto para los inversores?

Para los inversores en renta fija, las perspectivas son alentadoras. Si la curva de rendimiento se empina y la prima de plazo aumenta, los inversores serán recompensados por asumir el riesgo de las tasas de interés. Además, en tiempos de debilidad económica, los bonos seguirán siendo una herramienta valiosa para cubrir riesgos en sus carteras, ya que cuando las tasas caigan, los precios de los bonos tenderán a subir.

En resumen, aunque la tasa neutral podría aumentar ligeramente desde los niveles anteriores a la pandemia, es probable que el ajuste más significativo ocurra en la curva de rendimiento, más que en la tasa de los fondos federales en sí. Esto sugiere que, a largo plazo, los inversores en bonos estarán mejor posicionados para aprovechar las oportunidades que presenta el mercado.

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