Cerebras Systems, una prometedora startup en el sector de los chips para inteligencia artificial (IA), presentó el lunes su prospecto para realizar una oferta pública inicial (IPO, por sus siglas en inglés) y cotizar en la bolsa bajo el símbolo “CBRS” en el Nasdaq. Esta jugada estratégica representa una apuesta ambiciosa para la compañía, que busca consolidarse como un competidor serio en un mercado dominado por gigantes como Nvidia, cuyo hardware ha sido el preferido para entrenar y ejecutar modelos de IA.
Desde su fundación en 2016, Cerebras ha apostado por su innovador chip WSE-3, el cual, según la empresa, supera en número de núcleos y capacidad de memoria al popular H100 de Nvidia. El WSE-3 no solo es más potente, sino también físicamente más grande, lo que lo convierte en un producto atractivo para el creciente mercado de la inteligencia artificial. Además de vender chips, Cerebras ofrece servicios en la nube basados en sus propios clusters de computación, lo que le permite diversificar su oferta y competir en diferentes áreas dentro del sector tecnológico.
Desafíos financieros y crecimiento en ventas
A pesar del entusiasmo por la innovación tecnológica, las finanzas de Cerebras presentan desafíos significativos. Durante los primeros seis meses de 2024, la compañía reportó una pérdida neta de 66,6 millones de dólares, aunque sus ventas alcanzaron los 136,4 millones de dólares. Estas cifras muestran una mejora considerable en comparación con el mismo periodo de 2023, cuando las ventas fueron de apenas 8,7 millones de dólares y la pérdida neta ascendió a 77,8 millones de dólares.
El informe financiero también revela que los gastos operativos de la empresa han aumentado este año, en parte debido a los costos asociados con la expansión de su personal para apoyar el crecimiento en ventas. Esta tendencia refleja los esfuerzos de Cerebras por invertir en su infraestructura y talento, en un intento de consolidarse como un jugador clave en la industria.
El mercado de chips para IA es altamente competitivo y está en constante crecimiento. Compañías como Amazon, Google y Microsoft han desarrollado sus propios chips de IA, lo que incrementa la presión sobre Cerebras para mantenerse a la vanguardia de la innovación. A pesar de esto, la startup ha logrado asegurar acuerdos importantes, como el que tiene con Group 42, una firma de inteligencia artificial de los Emiratos Árabes Unidos que el año pasado representó el 83% de los ingresos de Cerebras.
El futuro de Cerebras y sus competidores
El chip WSE-3 de Cerebras es un ejemplo de la nueva generación de tecnologías que buscan entrenar y ejecutar modelos de inteligencia artificial de manera más eficiente. No obstante, además de Nvidia, la compañía también enfrenta la competencia de gigantes tecnológicos como AMD, Intel, Google y Microsoft, así como de empresas privadas que desarrollan circuitos integrados específicos para aplicaciones (ASIC). Estos competidores tienen vastos recursos y una presencia ya consolidada en el mercado, lo que añade presión a Cerebras en su camino hacia la rentabilidad.
Otro desafío importante para Cerebras es su dependencia de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), la empresa encargada de fabricar sus chips. En su prospecto, la compañía advirtió que cualquier interrupción en la cadena de suministro de TSMC podría afectar gravemente su capacidad para producir y entregar sus productos.
Desde su fundación, Cerebras ha logrado atraer la atención de inversionistas clave. Entre los principales accionistas de la compañía se encuentran firmas de capital de riesgo como Foundation Capital, Benchmark y Eclipse Ventures. También destacan figuras del ámbito tecnológico como Sam Altman, CEO de OpenAI, y Andy Bechtolsheim, cofundador de Sun Microsystems. El cofundador y CEO de Cerebras, Andrew Feldman, es el único individuo que posee más del 5% de la compañía.
A pesar de los desafíos financieros y la feroz competencia, Cerebras ha demostrado un potencial significativo. En mayo de este año, Group 42 se comprometió a realizar pedidos por valor de 1.430 millones de dólares antes de marzo de 2025, lo que otorga a la empresa una base sólida para impulsar su crecimiento en el corto plazo.
La decisión de Cerebras de salir a la bolsa llega en un momento en que el mercado de IPOs tecnológicas ha sido relativamente limitado en 2024, debido en parte a las altas tasas de interés que han desviado a los inversionistas hacia activos más rentables. Sin embargo, la reciente reducción de tasas por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos ha generado optimismo en el sector tecnológico, lo que podría beneficiar la salida a bolsa de Cerebras y atraer a nuevos inversionistas.
En resumen, la IPO de Cerebras marca un hito importante en la trayectoria de la empresa y refleja sus ambiciones de competir con los gigantes del sector. Con una tecnología innovadora y acuerdos estratégicos que respaldan su crecimiento, la compañía busca posicionarse como un líder en el mercado de chips para inteligencia artificial. Sin embargo, el camino hacia el éxito no está exento de riesgos, y será crucial que Cerebras gestione eficientemente sus recursos y supere los desafíos del mercado para consolidarse en esta industria tan dinámica.