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Yen japonés y franco suizo: los refugios favoritos ante la nueva ola de aranceles de Trump

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En medio del resurgimiento de las tensiones comerciales provocadas por el anuncio de nuevos aranceles recíprocos por parte del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, los inversores han comenzado a buscar protección en activos considerados refugio seguro. Entre ellos, el yen japonés y el franco suizo han emergido como los favoritos para resguardar el capital frente a un posible escenario de recesión en Estados Unidos y mayor volatilidad financiera global. Analistas destacan que estos instrumentos financieros se posicionan como apuestas prudentes en un momento en que la incertidumbre domina los mercados.

El yen, una opción histórica para tiempos turbulentos

Ebrahim Rahbari, estratega jefe de tasas en Absolute Strategy Research, sostiene que el yen japonés será probablemente el mejor activo para protegerse frente a las tensiones comerciales y una eventual recesión en la economía estadounidense. Entre los factores que refuerzan esta afirmación, Rahbari destaca que la divisa nipona se encuentra actualmente infravalorada, y que la previsión de un descenso en las tasas de interés en Estados Unidos reduciría la diferencia de rendimiento con respecto al yen, aumentando su atractivo. Además, señala que, si bien Japón sigue siendo un país exportador, su dependencia del comercio exterior ha disminuido en los últimos años, especialmente por una política fiscal más expansiva.

Desde comienzos de abril, el yen se ha fortalecido alrededor de un 3% frente al dólar estadounidense, de acuerdo con datos de LSEG. Este movimiento refleja la creciente aversión al riesgo de los inversores, que tienden a acudir al yen en tiempos de incertidumbre económica global. Jeff Ng, jefe de estrategia macroeconómica para Asia en Sumitomo Mitsui Banking Corporation, explica que el yen suele apreciarse durante periodos de recesión o crisis a nivel global, y que incluso si se evita un aterrizaje brusco de la economía mundial, es probable que la divisa japonesa continúe con buen desempeño. Esto se debe a que el Banco de Japón podría continuar subiendo las tasas en un contexto en el que otros bancos centrales opten por relajamientos monetarios.

No obstante, Ng también advierte que los aranceles de Trump podrían afectar directamente a sectores clave de la economía japonesa, como el automotriz. Una desaceleración económica en Japón podría llevar al Banco de Japón a mantener tasas bajas durante más tiempo, limitando así el fortalecimiento del yen.

El franco suizo y activos alternativos: la búsqueda de protección continúa

El franco suizo también se ha apreciado más de un 3% frente al dólar en las últimas semanas, alcanzando un nuevo máximo de seis meses. Para Rahbari, esta moneda es otro refugio evidente para los inversores que buscan resguardarse de la volatilidad generada por los aranceles de Trump. Matt Orton, director de soluciones de asesoría en Raymond James Investment Management, coincide en que tanto el yen como el franco suizo son activos eficaces para mitigar el impacto emocional que los mercados suelen experimentar frente a medidas proteccionistas. Sin embargo, él considera que el franco suizo podría funcionar incluso mejor que el yen como cobertura, debido a la incertidumbre en torno al ritmo de aumentos de tasas por parte del Banco de Japón.

Más allá de estas divisas tradicionales, algunos analistas se preguntan si existen opciones más exóticas para diversificar las coberturas. Rahbari menciona al real brasileño como un ejemplo, argumentando que es una moneda barata, con alto rendimiento y relativamente poco expuesta al comercio global. En lo que va del año, el real se ha destacado como una de las monedas con mejor desempeño, gracias a estos atributos.

Bonos, oro y la retirada del riesgo

La reacción de los mercados no se ha limitado a las divisas. También se ha observado una fuerte demanda por activos de renta fija considerados seguros, como los bonos del Tesoro de Estados Unidos. La rentabilidad del bono estadounidense a 10 años cayó un 6% desde el 2 de abril, ubicándose en 3.873%, lo que refleja una preferencia clara por seguridad y liquidez. En Japón, el rendimiento del bono gubernamental a 10 años se desplomó hasta el 1.05%, marcando su nivel más bajo desde diciembre de 2024.

El giro hacia una estrategia de «riesgo fuera» se ha vuelto evidente: los inversionistas están dejando acciones de lado en favor de bonos, oro, futuros del dólar, petróleo, opciones sobre volatilidad y derivados que permiten cubrirse frente a caídas bursátiles. José Torres, economista senior en Interactive Brokers, explica que los mercados están adoptando una posición defensiva ante el temor de un deterioro económico más profundo.

El oro, como suele ocurrir en estos escenarios, ha vuelto a brillar. Los precios del metal precioso alcanzaron un nuevo máximo histórico poco después del anuncio de los aranceles, y aunque han retrocedido ligeramente, se mantienen en niveles elevados. Según analistas de BMI, el oro se ve impulsado por una combinación de factores: la incertidumbre comercial, tensiones geopolíticas, un dólar debilitado, compras sostenidas por parte de bancos centrales y la creciente percepción de riesgo de recesión global.

Adrian Ash, director de investigación en BullionVault, indica que las razones que explicaban el buen desempeño del oro a inicios de 2025 se han intensificado tras la noticia de los aranceles de Trump. Con el comercio global debilitado, el aumento de costos de producción y una caída en los márgenes empresariales, los mercados de acciones están sufriendo. A esto se suma una creciente desconfianza geopolítica. En su opinión, este contexto sombrío constituye el caldo de cultivo perfecto para que el oro siga ganando terreno.

El mercado accionario en caída libre

El efecto de los aranceles también se ha hecho sentir con fuerza en las bolsas. Las acciones estadounidenses cerraron la semana con una caída acumulada del 9.08%, según cifras de FactSet. La falta de apetito por el riesgo es evidente, y las perspectivas económicas se deterioran rápidamente. JPMorgan, por ejemplo, elevó la probabilidad de una recesión en Estados Unidos y a nivel global al 60% para finales de este año, frente al 40% estimado anteriormente.

Matt Orton lo resumió con claridad: «En estos momentos, no hay demanda por acciones». En medio de este entorno de creciente tensión comercial, los inversores buscan refugio en divisas sólidas, bonos estables y activos reales como el oro, mientras las políticas de Trump vuelven a sembrar incertidumbre sobre el rumbo de la economía mundial.

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