Europa

Roche apuesta por nuevos tratamientos contra la obesidad

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En medio del auge global de los tratamientos para la obesidad, Roche ha anunciado un ambicioso movimiento estratégico: la firma de un acuerdo con Zealand Pharma por un valor potencial de hasta 5.300 millones de dólares. La alianza tiene como objetivo el desarrollo conjunto de petrelintida, un prometedor análogo de la amilina que podría convertirse en una de las terapias más innovadoras en el mercado del control de peso.

El acuerdo, anunciado en marzo y con cierre previsto para el segundo trimestre de 2025, representa un paso importante para la farmacéutica suiza en su intención de competir con gigantes del sector como Novo Nordisk y Eli Lilly, quienes han liderado el mercado con tratamientos basados en análogos de GLP-1, como Wegovy y Zepbound. Sin embargo, Roche apuesta por un enfoque diferente que podría marcar la diferencia: los análogos de la amilina, una clase emergente de terapias que actúan sobre la sensación de saciedad mediante la imitación de una hormona pancreática que trabaja junto con la insulina.

Un enfoque novedoso en la batalla contra la obesidad

La petrelintida, desarrollada por la biotecnológica danesa Zealand Pharma, se perfila como una potencial “terapia base” para la gestión del peso a largo plazo. A diferencia de los tratamientos existentes, que estimulan hormonas intestinales para suprimir el apetito, los análogos de amilina podrían ofrecer ventajas adicionales: según los primeros datos clínicos, presentan una eficacia comparable en la pérdida de peso pero con una mejor tolerancia y conservación de la masa muscular magra, un punto crítico para quienes buscan tratamientos sostenibles.

El proceso de negociación entre Roche y Zealand fue altamente competitivo, con varias empresas interesadas hasta el último momento. Según David Kendall, director médico de Zealand Pharma, la empresa luchó especialmente por establecer un modelo de co-desarrollo y co-comercialización en igualdad de condiciones, un aspecto que terminó siendo clave en el acuerdo. Zealand recibirá 1.650 millones de dólares en pagos iniciales, con posibilidad de recibir pagos adicionales según hitos clínicos y comerciales, que elevarían el total hasta los 5.300 millones. Esta estructura fue considerada como especialmente favorable para la biotecnológica danesa, cuya cotización en bolsa subió un 38 % tras el anuncio.

Una alianza estratégica con visión a largo plazo

El acuerdo contempla que Roche y Zealand trabajen conjuntamente tanto en el desarrollo de petrelintida como tratamiento independiente como en combinación con el compuesto CT-388, el principal activo incretínico de Roche. Para la farmacéutica suiza, esta colaboración encaja dentro de su estrategia de construir un portafolio diverso de terapias contra la obesidad. Ya en 2023, Roche había adquirido Carmot Therapeutics, incorporando así tratamientos con GLP-1 a su pipeline.

No obstante, el camino no ha estado exento de tropiezos. Uno de los compuestos de Carmot, CT-996, fue vinculado a efectos secundarios temporales que generaron escepticismo entre los inversores. Aun así, la compañía ha reiterado que su enfoque está en ofrecer distintas soluciones para distintos perfiles de pacientes, y los análogos de amilina representan una oportunidad clave para abordar necesidades aún no cubiertas.

Desde Zealand se destaca que la compatibilidad cultural y científica entre ambas empresas fue otro factor decisivo. Durante los siete meses que duraron las negociaciones, ambas partes encontraron un terreno común en su forma de entender la ciencia y la innovación. Según Christina Sonnenborg Bredal, directora de recursos humanos de Zealand, Roche fue la opción favorita desde el inicio por su enfoque colaborativo.

Una carrera contrarreloj hacia el mercado

El siguiente paso en esta alianza es acelerar el desarrollo clínico de petrelintida. Zealand ha iniciado recientemente un ensayo de fase 2b en pacientes con sobrepeso u obesidad y diabetes tipo 2, cuyos resultados se esperan para el verano de 2026. Posteriormente, comenzarán los ensayos de fase 3. Aunque la fecha estimada para la llegada al mercado es 2030, la participación de Roche podría acortar significativamente ese plazo.

La competencia, sin embargo, no se detiene. Mientras Novo Nordisk enfrenta desafíos con su análogo de amilina CagriSema —una combinación de cagrilintida y semaglutida—, Eli Lilly ha presentado avances con su píldora oral orforglipron, que ha alcanzado sus objetivos en ensayos avanzados, prometiendo una alternativa más conveniente a las inyecciones. Por otro lado, AbbVie también ha entrado en escena con un acuerdo con Gubra para desarrollar su propio análogo de amilina, aunque todavía se encuentra en fases más tempranas.

A medida que crecen las expectativas en torno al tratamiento de la obesidad, también aumentan los retos. El desarrollo de estos fármacos exige inversiones multimillonarias y resultados clínicos sólidos que demuestren su ventaja frente a terapias ya establecidas. Pero tanto Roche como Zealand confían en que petrelintida podría ser el próximo gran avance del sector. Como concluyó Chakravarthy, responsable global del área terapéutica CVRM de Roche, “no tenemos el lujo del tiempo. Aspiramos a acortar los plazos. Queremos estar entre los primeros”.

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