La Reserva Federal de Estados Unidos ha dado indicios de que podría iniciar la reducción de las tasas de interés tan pronto como en septiembre, según anunció el presidente de la Fed, Jay Powell, en una conferencia de prensa el miércoles. Esta declaración se produjo después de que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) votara por mantener las tasas de interés en su nivel actual, que representa un máximo de 23 años, por octava reunión consecutiva.
Powell señaló que una reducción en la tasa de política podría estar sobre la mesa en la próxima reunión de septiembre, lo que ha aumentado las expectativas de un movimiento antes de las elecciones presidenciales de noviembre. El FOMC reconoció que se han logrado «ciertos progresos adicionales» hacia el objetivo de inflación del 2% del banco central, ya que las presiones sobre los precios han disminuido y la tasa de desempleo ha aumentado en los últimos meses.
Sin embargo, el comité mantuvo su postura de que necesita obtener «mayor confianza de que la inflación se está moviendo de manera sostenible hacia el 2%» antes de reducir los costos de los préstamos. Esta cautela refleja el delicado equilibrio que la Fed está tratando de mantener entre controlar la inflación y no perjudicar la economía.
Un cambio notable en la declaración del FOMC fue el reconocimiento de las nuevas preocupaciones sobre el mercado laboral. El comité afirmó estar «atento a los riesgos para ambos lados de su doble mandato», indicando que ya no ve la inflación como el principal problema, sino que la creciente tasa de desempleo también es una prioridad al trazar su camino de política.
La inflación, que alcanzó niveles máximos en décadas después de la pandemia, ha estado disminuyendo constantemente hacia el objetivo del 2% del banco central. El indicador preferido de inflación de la Fed, basado en el índice de precios de gasto de consumo personal básico, se sitúa ahora en 2.6%, habiendo alcanzado más del 5% en 2022.
Paralelamente, el mercado laboral de EE.UU. está comenzando a mostrar signos de desaceleración. La tasa de desempleo ha aumentado en los últimos meses hasta el 4.1%, y las presiones salariales también han disminuido. Estos factores han llevado a un cambio en el enfoque de los funcionarios de la Fed, pasando de controlar una inflación desbocada a asegurarse de no dañar la economía manteniendo las tasas demasiado altas por demasiado tiempo.
El banco central está intentando lograr un «aterrizaje suave», reduciendo la inflación al objetivo sin provocar una recesión. Hasta ahora, parece estar teniendo éxito, con las presiones de precios disminuyendo sin un aumento brusco en los despidos. Los empleadores están optando por reducir la contratación en lugar de recortar empleos existentes.
La decisión unánime de mantener las tasas sin cambios este mes fue ampliamente esperada. Sin embargo, las proyecciones de los funcionarios de la Fed sugieren que podría haber una o dos reducciones de un cuarto de punto este año, con la mayoría esperando que las tasas caigan a 4-4.25% para finales del próximo año, antes de disminuir a alrededor del 3% en 2026.
Esta potencial reducción de las tasas de interés tiene implicaciones significativas para la economía estadounidense y global. Los mercados financieros han reaccionado con cautela a estas noticias, con ligeros aumentos en los rendimientos de los bonos del Tesoro a corto plazo y poco cambio inmediato en los índices bursátiles principales.
En conclusión, mientras la Fed mantiene su enfoque cauteloso, la posibilidad de un recorte de tasas en septiembre ha aumentado las expectativas de un cambio en la política monetaria. Este movimiento potencial podría tener un impacto significativo en la economía de EE.UU. y en los mercados globales en los próximos meses.