Europa

OpenAI conquista Europa con un mega centro de datos en Noruega

El nuevo proyecto Stargate marca el desembarco europeo de la firma de inteligencia artificial y redefine las ambiciones digitales del continente

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OpenAI, la compañía que revolucionó la inteligencia artificial generativa con modelos como ChatGPT, acaba de anunciar la construcción de uno de los centros de datos más ambiciosos de Europa. Bajo el nombre de “Stargate”, el complejo tecnológico se levantará en Kvandal, una localidad próxima a Narvik, en el norte de Noruega. El proyecto estará alimentado exclusivamente por energía renovable y aspira a integrar 100.000 unidades de procesamiento gráfico (GPUs) de Nvidia para finales de 2026.

El desarrollo y la construcción correrán a cargo de la empresa británica Nscale en colaboración con el gigante energético noruego Aker. Ambas firmas han constituido una empresa conjunta con una participación equitativa del 50%, comprometiendo una inversión inicial de 2.000 millones de dólares para la primera fase, que incluirá 20 megavatios de capacidad operativa. Sin embargo, las ambiciones no se quedan ahí: OpenAI ha señalado que el centro “tiene la intención de expandirse significativamente en los próximos años”, lo que posiciona esta infraestructura como una piedra angular para el futuro de la inteligencia artificial europea.

Soberanía digital y ambiciones energéticas

La elección de Noruega no es casual. La región donde se ubicará el centro destaca por su abundancia en energía hidroeléctrica, baja demanda eléctrica local y escasa capacidad de transmisión. Esta combinación convierte al enclave en un entorno ideal para levantar una infraestructura de alto consumo energético con mínima huella de carbono. El proyecto, que operará con 230 megavatios una vez esté completamente desplegado, se perfila como uno de los centros de datos más grandes y sostenibles del continente.

La entrada de OpenAI en Europa mediante Stargate no solo representa un paso estratégico para la empresa estadounidense, sino también una respuesta a las crecientes demandas de “soberanía digital” promovidas por los gobiernos europeos. La Unión Europea ha intensificado su presión para que los servicios de inteligencia artificial críticos y los datos sensibles se procesen dentro de sus fronteras, como parte de una visión que busca reducir la dependencia tecnológica de Estados Unidos y China.

“Europa enfrenta dos grandes problemas: falta de capacidad computacional y una fragmentación extrema de sus infraestructuras”, declaró Josh Payne, CEO de Nscale. Según Payne, Stargate pretende convertirse en una plataforma compartida sobre la que las startups, investigadores e industrias europeas puedan construir nuevos productos y servicios de IA, impulsando así el crecimiento económico y la competitividad digital de la región.

Una estrategia global de infraestructura para la IA

Stargate es parte de una iniciativa más amplia lanzada por OpenAI junto a socios como Oracle, SoftBank y el fondo emiratí MGX. Su objetivo: invertir 500.000 millones de dólares en los próximos cuatro años para desarrollar la infraestructura global necesaria para sostener el crecimiento exponencial de la inteligencia artificial. A principios de 2025, OpenAI ya había anunciado un complejo similar en Emiratos Árabes Unidos, y no se descarta que nuevas ubicaciones se sumen al mapa global del proyecto.

Por el momento, el de Noruega será el primer Stargate en suelo europeo, aunque Nscale ha dejado claro que tiene planes de expansión por todo el continente. No obstante, Payne fue cauto al no confirmar si OpenAI participará en futuras iniciativas. En cualquier caso, esta infraestructura no solo permitirá ejecutar modelos de IA avanzados, sino que también funcionará como un catalizador para el desarrollo del ecosistema digital europeo, desde empresas emergentes hasta grandes industrias.

Con este movimiento, OpenAI y sus socios se posicionan en el centro de una nueva batalla geopolítica y tecnológica por la supremacía de la inteligencia artificial. Nvidia, por su parte, se reafirma como el proveedor insustituible de hardware en este nuevo orden, gracias a sus GPUs altamente optimizadas para cargas de trabajo de aprendizaje automático.

Europa pisa el acelerador digital

La visita del CEO de Nvidia, Jensen Huang, a Europa este año fue clave para acelerar esta conversación. Durante su paso por el continente, Huang instó a los líderes europeos a construir más infraestructura para inteligencia artificial. Su mensaje caló hondo. En paralelo, la startup francesa Mistral —una de las nuevas joyas de la IA en Europa— ya ha anunciado su intención de utilizar chips Nvidia en su próximo centro de datos en Francia.

La entrada en escena de OpenAI y sus socios no solo introduce músculo tecnológico, sino que también plantea un nuevo modelo de cooperación público-privada orientado a recuperar la autonomía digital del viejo continente. Con el proyecto Stargate, Noruega y Europa podrían estar sentando las bases de una nueva era: una en la que los datos, la energía y la inteligencia artificial convergen para redefinir el equilibrio global de poder tecnológico.

La carrera por la IA soberana ha comenzado, y Europa, esta vez, parece decidida a no quedarse atrás.

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