Estados Unidos

Nike da señales de recuperación y entusiasma a Wall Street con una subida histórica en bolsa

Compartir
Compartir

Nike ha protagonizado uno de los repuntes bursátiles más comentados del mes tras presentar sus resultados financieros del cuarto trimestre fiscal. A pesar de mostrar caídas significativas en ventas y beneficios, la compañía logró tranquilizar a los inversores gracias a un mensaje claro desde la alta dirección: lo peor ya ha pasado. Con un incremento del 17% en su cotización, la firma deportiva envió una señal poderosa al mercado, alentando expectativas de estabilización y recuperación futura.

El CEO de Nike, Elliott Hill, asumió un tono firme durante la conferencia con analistas. Reconoció sin rodeos que los resultados no están a la altura del estándar histórico de la empresa, pero aseguró que las medidas implementadas bajo su plan de reestructuración denominado “Win Now” están comenzando a dar frutos. Hill, quien asumió la dirección ejecutiva en octubre, indicó que la empresa ha atravesado el punto más crítico de su transición y que las próximas etapas marcarán una mejora progresiva de los resultados operativos.

A pesar de que las ventas en el último trimestre descendieron un 12% y los beneficios netos se desplomaron un 86%, el tono optimista del directivo provocó un cambio radical en la percepción del mercado. Inicialmente, la acción cayó tras la publicación de resultados. Sin embargo, tras la llamada con analistas, la confianza se disparó y la cotización se recuperó con fuerza en el mercado extendido.

Nuevas estrategias, alianzas clave y productos prometedores

Entre los anuncios que más llamaron la atención, destaca la decisión de Nike de regresar a Amazon como canal de venta, algo que no hacía desde 2019. Esta vuelta representa una apuesta estratégica para reforzar su presencia digital y reconectar con consumidores que habían migrado a otras plataformas. Además, Hill subrayó el esfuerzo de la compañía por atraer al público femenino, una línea de acción prioritaria en su nueva etapa.

Durante el trimestre, Nike abrió más de 200 puntos de venta liderados por mujeres y lanzó una colaboración con la estrella de la WNBA, A’ja Wilson, que se agotó en tan solo tres minutos. Estas iniciativas, que combinan inclusión, visibilidad y marketing de impacto, muestran una clara intención de reconquistar al consumidor joven y diverso.

Otro foco de atención fue el deterioro de las líneas clásicas, como los modelos Air Force 1, Air Jordan 1 y Dunks, cuyas ventas cayeron más del 20% en el último año fiscal y un 30% en el cuarto trimestre. Este descenso impactó negativamente en las finanzas de Nike con cerca de mil millones de dólares menos en ingresos. Sin embargo, la dirección aseguró que los niveles de inventario de algunos modelos están comenzando a estabilizarse, aunque las rebajas y ventas en canales de liquidación seguirán afectando los márgenes durante la primera mitad del año fiscal 2026.

El entorno macroeconómico sigue siendo un obstáculo

Aunque el mensaje de Hill fue recibido con entusiasmo, Nike aún enfrenta retos estructurales importantes. Las tensiones geopolíticas, especialmente las tarifas impuestas por la administración Trump a países clave como China y Vietnam —centros de fabricación fundamentales para Nike— siguen ejerciendo presión sobre los costes. Además, la compañía opera en un contexto económico frágil, con consumo en retroceso, deudas crecientes, y una desaceleración en el gasto del consumidor.

La firma anticipa una caída en las ventas del actual trimestre de un porcentaje medio de un solo dígito, en línea con las proyecciones de Wall Street, que estiman un descenso del 7%. Por tanto, aunque la narrativa de la recuperación se fortalece, los números aún reflejan una etapa de transición inacabada.

Desde HSBC, una de las entidades que reactivó su recomendación de compra sobre la acción de Nike —la primera en más de tres años y medio—, se destacó que existe “evidencia tangible” de que la empresa puede ver un rebote en sus ventas en el corto plazo. El banco incluso elevó su precio objetivo a 80 dólares por acción, lo que implicaría un alza adicional del 28% respecto al cierre del jueves.

Pese a estos signos alentadores, tanto Hill como el CFO, Matt Friend, fueron prudentes al no comprometerse con fechas específicas para el retorno al crecimiento en ingresos. Ambos coincidieron en que la recuperación completa llevará tiempo y que se gestionará con un enfoque trimestral, ajustando las expectativas según evolucione el entorno económico y la respuesta del mercado a las nuevas estrategias.

Nike, con su mensaje de esperanza contenida y acción decidida, demuestra que no todo está perdido para las grandes marcas en tiempos de turbulencia. La confianza de los inversores parece haber sido restaurada por ahora, pero el camino hacia la recuperación total aún requiere de pasos firmes, decisiones inteligentes y, sobre todo, paciencia.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *