Desde la adquisición de la Fórmula 1 (F1) en 2017, Liberty Media, bajo la dirección de su presidente John Malone, ha transformado el deporte en una potencia económica. Lo que comenzó como una compra ambiciosa de $4.4 mil millones ha evolucionado hasta convertir a la F1 en una de las propiedades deportivas más valiosas del mundo, estimada en $17 mil millones en 2023. A través de una serie de decisiones estratégicas clave, desde la reorganización financiera del deporte hasta su expansión en mercados digitales y estadounidenses, Liberty Media ha demostrado una visión impresionante y una capacidad para adaptarse a los tiempos cambiantes.
Una visión de digitalización y reestructuración financiera
Cuando Malone completó la compra de la F1, ya había reconocido una oportunidad significativa: la expansión en los mercados digitales. En declaraciones a la prensa en 2016, anticipó el potencial de crecimiento que la F1 tenía en plataformas digitales, un aspecto del cual la organización solo había «rascado la superficie». Sin embargo, nadie podía prever que la oportunidad se materializaría tan rápidamente. La pandemia de COVID-19 en 2020 obligó a los fanáticos de los deportes a acudir en masa al contenido en línea, ofreciendo a Liberty Media la oportunidad perfecta para capitalizar su visión.
A pesar de esta oportunidad, las finanzas de la F1 eran un obstáculo significativo. Antes de la pandemia, la situación financiera era crítica, con varios equipos enfrentándose a la posibilidad de la bancarrota. La disparidad entre los principales equipos, como Ferrari, Red Bull y Mercedes, que gastaban más de $400 millones anuales, y el resto de los competidores, era evidente. Los premios en dinero y los derechos de televisión se repartían de manera desigual, dejando a los equipos más pequeños en una lucha constante por financiamiento.
Para resolver este problema, Liberty Media implementó una reestructuración radical. Se redujeron las bonificaciones históricas para los equipos más antiguos y se creó una división más equitativa de los derechos de transmisión. Además, se introdujo un límite de costos para nivelar el terreno de juego, permitiendo que todos los equipos operaran con un presupuesto similar. Zak Brown, CEO de McLaren Racing, comentó que el límite de costos redujo significativamente los gastos y permitió a los diez equipos competir en igualdad de condiciones, lo que no solo hizo el deporte más emocionante, sino que también ayudó a estabilizar financieramente a las escuderías más vulnerables.
El «efecto Netflix» y la expansión en Estados Unidos
La llegada del límite de costos no solo equilibró la competencia, sino que también allanó el camino para que la F1 captara la atención de nuevos públicos. El momento fue perfecto para la serie documental de Netflix «Drive to Survive», que introdujo a legiones de nuevos fanáticos al drama y las personalidades detrás del deporte, más allá de lo que ocurría en la pista. La serie, lanzada justo cuando el mundo entraba en confinamiento, atrajo a una audiencia global, marcando un punto de inflexión en la popularidad de la F1.
Según Stuart Pringle, director general del circuito de Silverstone, el impacto de la serie fue tan profundo que afirmó: «Solía pensar que era lo más importante que había sucedido en el automovilismo en 40 años, ahora creo que es lo más importante que ha sucedido en el deporte en 40 años». Este fenómeno no solo capturó el interés de nuevos fanáticos, sino que también impulsó la inversión en la presencia digital del deporte. Liberty Media identificó la necesidad de atraer nuevos socios corporativos, como Google, Coca-Cola y Dell, empresas que tradicionalmente no habían estado involucradas en la F1.
El siguiente paso clave fue la expansión en el mercado estadounidense. A medida que la pandemia comenzaba a ceder, Liberty Media añadió el Gran Premio de Miami al calendario de 2022, aumentando el número de carreras en Estados Unidos a dos, junto con el Gran Premio de Austin. Sin embargo, para realmente conquistar el mercado estadounidense, la F1 necesitaba un espectáculo aún mayor. Esa oportunidad llegó con el Gran Premio de Las Vegas en 2023, un evento que costó unos $600 millones y atrajo a 315,000 visitantes a la ciudad. El éxito fue tan rotundo que el patrocinio de la F1 se duplicó en valor, con marcas estadounidenses como American Express y Hilton firmando acuerdos lucrativos.
Desafíos futuros y la continuidad del éxito
A pesar de todos los logros de Liberty Media, la F1 enfrenta varios desafíos en el horizonte. Uno de ellos es el conflicto con Andretti Global, un gigante del automovilismo estadounidense que busca entrar en la F1. Las tensiones entre las dos partes han crecido, y la disputa podría afectar la estabilidad futura del deporte. Además, la creciente preocupación por la sostenibilidad podría dificultar el mantenimiento de un calendario global de carreras sin comprometer los objetivos medioambientales.
Con nuevas reglas de carrera previstas para 2026, el deporte se prepara para otra fase de cambios importantes. Sin embargo, la capacidad de Liberty Media para adaptarse y superar estos desafíos ha sido probada una y otra vez. La transformación de la F1 bajo su liderazgo ha sido tan impresionante que la revista Forbes coronó a Liberty Media como el imperio deportivo más valioso del mundo. Si bien el camino hacia el futuro presenta obstáculos, está claro que la visión estratégica y la capacidad de adaptación seguirán siendo clave para el éxito continuo de la F1 bajo la dirección de Liberty Media.