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La creciente demanda de IA podría causar la próxima escasez mundial de chips

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El auge de la inteligencia artificial (IA) ha generado una creciente demanda de semiconductores especializados, lo que podría desencadenar una nueva crisis mundial de chips. Así lo advierte un informe reciente de la consultora Bain & Co., que alerta sobre la posibilidad de que esta explosión en la demanda de dispositivos habilitados para IA, como teléfonos inteligentes y computadoras portátiles, afecte gravemente la cadena de suministro global de semiconductores. Esta situación recuerda a la escasez de chips que ocurrió durante la pandemia de Covid-19, cuando la interrupción de las cadenas de suministro y el aumento del consumo de productos electrónicos derivó en una crisis similar.

Los factores que impulsan la nueva escasez de semiconductores

En los últimos años, la pandemia obligó a muchas personas a trabajar y estudiar desde casa, lo que provocó un aumento considerable en la compra de dispositivos electrónicos como computadoras portátiles, teléfonos y consolas de videojuegos. Este incremento en la demanda, sumado a la interrupción de las cadenas de suministro debido a las restricciones sanitarias, desencadenó una importante escasez de semiconductores a nivel global. Según Bain & Co., un fenómeno similar podría estar gestándose, pero esta vez impulsado por la demanda de tecnología relacionada con la IA.

Uno de los principales actores en esta nueva ola de demanda es el uso de unidades de procesamiento gráfico (GPU), principalmente fabricadas por Nvidia. Estos chips son esenciales para entrenar los grandes modelos de IA que sustentan aplicaciones populares como ChatGPT de OpenAI. Además, empresas como Qualcomm están diseñando chips que permiten a los dispositivos ejecutar aplicaciones de IA localmente, sin necesidad de depender de la nube, lo que incrementa aún más la presión sobre la oferta global de semiconductores.

El informe de Bain destaca que este aumento en la demanda de GPUs y dispositivos habilitados para IA podría causar una interrupción generalizada en la cadena de suministro de semiconductores. Según Anne Hoecker, directora de la práctica tecnológica en las Américas para Bain, «la demanda creciente de GPUs junto con el auge de dispositivos habilitados para IA podría acelerar los ciclos de renovación de productos, lo que aumentaría la presión sobre la oferta de semiconductores».

Un futuro incierto y las implicaciones geopolíticas

Aunque el aumento en la demanda es claro, Bain también señala que no está completamente claro hasta qué punto los consumidores adoptarán estos nuevos dispositivos habilitados para IA. Hasta el momento, la respuesta del público ha sido algo cautelosa, lo que podría moderar la intensidad de la demanda en el corto plazo. Sin embargo, si el crecimiento de la demanda supera el 20%, Bain advierte que existe una alta probabilidad de que la frágil cadena de suministro de semiconductores se vea gravemente afectada.

La cadena de suministro de semiconductores es extremadamente compleja y depende de múltiples empresas distribuidas por todo el mundo. Por ejemplo, aunque Nvidia diseña sus GPUs, estas son fabricadas en Taiwán por la compañía Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC). A su vez, TSMC necesita herramientas de fabricación de chips provenientes de países como los Países Bajos. Solo unas pocas empresas, como TSMC y Samsung Electronics, tienen la capacidad de producir los chips más avanzados a gran escala, lo que crea cuellos de botella potenciales en la cadena de suministro.

Además, las tensiones geopolíticas añaden un componente adicional de riesgo a la situación. Los semiconductores son vistos como una tecnología estratégica por muchos gobiernos. Estados Unidos, en particular, ha impuesto restricciones a la exportación de chips avanzados a China, con el fin de limitar su acceso a estas tecnologías. Al mismo tiempo, Washington ha estado fortaleciendo su capacidad interna para producir semiconductores a través de diversas medidas, como subsidios y asociaciones público-privadas. Estos esfuerzos podrían alterar aún más la cadena de suministro global y contribuir a una nueva crisis de chips.

Bain advierte que los riesgos asociados a las tensiones geopolíticas, las restricciones comerciales y la desvinculación de las cadenas de suministro de China por parte de las grandes multinacionales tecnológicas, siguen siendo amenazas serias para la disponibilidad de semiconductores. A esto se suman posibles retrasos en la construcción de fábricas, escasez de materiales y otros factores impredecibles que podrían agravar aún más la situación.

El crecimiento explosivo de la inteligencia artificial está reconfigurando la demanda global de semiconductores, con el potencial de desencadenar una nueva escasez a nivel mundial. Factores como el aumento en la demanda de GPUs, la introducción de dispositivos habilitados para IA y las tensiones geopolíticas están creando un escenario complejo y frágil para la cadena de suministro de chips. Si bien aún es incierto cuánto impactará esta tendencia en el mercado, está claro que la industria debe prepararse para enfrentar nuevos desafíos en los próximos años.

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