Coinbase, la mayor plataforma de intercambio de criptomonedas en Estados Unidos, ha protagonizado un ascenso fulgurante durante el mes de junio, consolidándose como la acción con mejor desempeño del índice S&P 500. Tras meses de volatilidad e incertidumbre regulatoria, el mercado parece haber girado su mirada hacia aspectos más prometedores del modelo de negocio de Coinbase, más allá de su actividad tradicional de trading. Con una subida del 43% en tan solo un mes y tres meses consecutivos de crecimiento —algo que no sucedía desde finales de 2023—, la compañía ha alcanzado sus niveles más altos desde su histórica salida a bolsa en 2021.
Este renovado optimismo se debe a una combinación de factores estratégicos y políticos que han reconfigurado la percepción de los inversores. En primer lugar, su reciente inclusión en el S&P 500 ha aportado visibilidad y legitimidad a la empresa ante los grandes fondos institucionales. A ello se suma la aprobación del GENIUS Act en el Senado, una legislación clave que establece un marco federal para las stablecoins respaldadas por el dólar, otorgando competencias al Departamento del Tesoro y abriendo la puerta a una participación más activa de bancos y compañías tecnológicas. Según analistas de Oppenheimer, esta ley ha disipado una de las mayores nubes que se cernían sobre el futuro de Coinbase: la incertidumbre regulatoria.
El vínculo con Circle y el potencial de las stablecoins
Sin embargo, uno de los elementos que más ha sorprendido al mercado es el impacto del desempeño de Circle Internet Group, la empresa emisora de la stablecoin USDC, con la cual Coinbase mantiene una estrecha relación. Desde su debut en la bolsa de Nueva York el pasado 5 de junio, Circle ha visto sus acciones dispararse más de un 500%. Según Devin Ryan, jefe de investigación en tecnología financiera en Citizens, el mercado todavía no ha comprendido completamente la magnitud del beneficio que esto supone para Coinbase.
De acuerdo con los acuerdos de reparto de ingresos entre ambas compañías, Coinbase se queda con el 100% de los beneficios generados por los USDC que mantiene directamente en su plataforma y con casi la mitad de los ingresos generados por el resto de USDC en circulación, que representan el 99% de los ingresos actuales de Circle. Esto significa que mientras Circle asume los costes operativos de su infraestructura, Coinbase capitaliza una porción significativa de sus ingresos sin asumir el mismo riesgo operativo.
Este acuerdo posiciona a Coinbase como una forma indirecta, pero altamente rentable, de apostar por el éxito de las stablecoins y del ecosistema Circle. Y es que USDC, al igual que otras stablecoins, representa una categoría emergente dentro del mundo cripto que apunta a una mayor utilidad práctica al estar vinculada al valor de activos del mundo real, especialmente el dólar.
Diversificación de negocio y nuevas alianzas estratégicas
El auge de Coinbase también se explica por su esfuerzo por diversificar sus fuentes de ingresos. Si bien el trading sigue siendo el corazón de su operación, en los últimos trimestres ha expandido su presencia en servicios complementarios como la custodia de activos digitales, staking, billeteras digitales y, sobre todo, pagos basados en stablecoins.
Durante el mes de junio, la compañía ha lanzado una serie de productos y alianzas que refuerzan esta estrategia de diversificación. Entre ellas destaca una tarjeta de crédito respaldada por criptomonedas en colaboración con American Express, así como una alianza con Shopify para habilitar pagos con stablecoins en el comercio electrónico. A esto se suma un movimiento significativo por parte de JPMorgan, que ha comenzado a desarrollar su propia stablecoin, denominada “token de depósito”, sobre la blockchain Base de Coinbase.
Estos movimientos refuerzan el papel de Coinbase como un actor clave en la transición de las criptomonedas desde una clase de activo especulativo hacia una infraestructura financiera con aplicaciones reales, tanto para consumidores como para grandes instituciones.
Advertencia: el volumen de trading sigue siendo una incógnita
A pesar del panorama positivo, algunos analistas advierten sobre una posible desaceleración en los volúmenes de transacción dentro de la plataforma. Desde abril, el volumen diario promedio ha mostrado signos de debilitamiento, lo cual podría suponer un reto para los ingresos a corto plazo si no se revierte esta tendencia.
No obstante, la expectativa es que un entorno regulatorio más claro y favorable, complementado con leyes como el GENIUS Act, y en el futuro el posible CLARITY Act —que estructuraría el mercado de criptoactivos más allá de las stablecoins—, pueda revitalizar la actividad de trading, especialmente en el segmento de las altcoins.
Como señala el analista Owen Lau, si este verano ha sido bautizado como el “verano de las stablecoins”, la aprobación del CLARITY Act podría desatar el “verano de las altcoins”, un nuevo ciclo de entusiasmo que impulsaría tanto la adopción como los ingresos de Coinbase en la segunda mitad del año.
Conclusión: Coinbase como reflejo del nuevo paradigma cripto
En definitiva, la reciente trayectoria de Coinbase no solo refleja su capacidad de adaptación y expansión, sino también un cambio de paradigma más amplio dentro del ecosistema de activos digitales. La combinación de innovación tecnológica, evolución regulatoria y nuevas alianzas estratégicas está dando forma a una narrativa mucho más robusta para el sector. Y en el corazón de este nuevo ecosistema, Coinbase se posiciona como la puerta de entrada preferida para los inversores que creen en un futuro donde las criptomonedas no solo se especulan, sino que se utilizan.