Europa

Caída de las acciones de automóviles europeas tras recorte de previsiones de Mercedes

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El sector automovilístico europeo ha sido sacudido por una serie de anuncios desalentadores que han provocado una fuerte caída en el valor de las acciones de algunos de los principales fabricantes. Mercedes-Benz, uno de los gigantes de la industria automotriz alemana, sorprendió al mercado al revisar a la baja sus previsiones para 2024, lo que ha generado incertidumbre en un sector ya afectado por las tensiones comerciales globales y la débil demanda de uno de sus mercados clave: China.

Mercedes-Benz ajusta sus previsiones para 2024

El jueves por la noche, Mercedes-Benz emitió un comunicado en el que anunció que espera que sus ganancias antes de intereses e impuestos (EBIT) sean «significativamente inferiores» a las del año anterior. Esta revisión a la baja está impulsada, principalmente, por la disminución de la demanda en China, un mercado que ha mostrado signos de debilitamiento debido a una desaceleración económica general y una crisis prolongada en su sector inmobiliario.

Además, la empresa redujo su pronóstico de retorno ajustado sobre las ventas, situándolo entre el 7,5% y el 8,5%, por debajo del rango previamente estimado de entre el 10% y el 11%. Este ajuste ha causado una pérdida significativa en el valor de las acciones de Mercedes-Benz, que cayeron más de un 8% el viernes por la mañana, aunque más tarde recuperaron parte del terreno perdido para situarse con una caída del 7% a media mañana en la Bolsa de Londres.

La revisión de Mercedes también afectó al sector automotriz en su conjunto. Empresas como Volvo y Stellantis (fabricante de marcas como Peugeot, Fiat y Jeep) también sufrieron descensos en sus acciones, con caídas del 4% y el 2,7%, respectivamente. Este efecto en cadena pone de manifiesto la delicada situación en la que se encuentra la industria automotriz europea, particularmente vulnerable a las tensiones macroeconómicas globales.

La influencia de China y las tensiones comerciales globales

El principal motivo detrás de este ajuste en las previsiones de Mercedes es la «deterioración adicional del entorno macroeconómico», impulsada, en gran medida, por la debilidad del consumo en China. Mercedes señaló que las ventas generales en China, incluidas las del segmento de lujo, han sido más bajas de lo esperado, y se espera que la mezcla de ventas durante la segunda mitad de 2024 siga siendo tan débil como en la primera mitad.

China, uno de los mercados más grandes y rentables para los fabricantes de automóviles europeos, ha experimentado una desaceleración que ha afectado tanto a Mercedes como a otros fabricantes de automóviles. BMW, otra gran compañía automotriz alemana, también informó de importantes pérdidas la semana pasada, luego de reducir sus previsiones de margen de beneficio para 2024 debido a la caída de las ventas en China y un problema con un sistema de frenos suministrado por Continental.

La situación se agrava por las tensiones comerciales entre la Unión Europea, Estados Unidos y China. La UE ha propuesto la imposición de aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos, lo que ha generado preocupación entre los fabricantes europeos, que dependen en gran medida del mercado chino. Alemania, cuya economía está estrechamente ligada a la industria automotriz, ha expresado su oposición a estos aranceles, argumentando que podrían sofocar los negocios en uno de sus mercados más importantes.

Perspectivas para el futuro

Los analistas de UBS indicaron que la revisión a la baja de Mercedes no fue del todo sorpresiva, dado el contexto actual de presiones económicas provenientes de China. Sin embargo, advirtieron que la magnitud del recorte, en comparación con otros fabricantes, podría generar inquietud entre los inversores y provocar nuevas revisiones a la baja en el sector. En particular, señalaron que el hecho de que la advertencia de Mercedes-Benz sea más grave que la de BMW, y no esté relacionada con un gran retiro de productos, podría dejar al mercado cuestionando la rentabilidad subyacente de la compañía y su asignación de capital para el próximo año.

El sector automovilístico europeo se enfrenta, además, al desafío de adaptarse a un entorno comercial cada vez más complicado. La UE y China han acordado continuar las conversaciones sobre las medidas arancelarias, y es posible que revisen un acuerdo de precio mínimo que había sido previamente rechazado por Bruselas. Esta estrategia refleja el enfoque de «zanahoria y palo» de China en las negociaciones comerciales, que parece estar dando frutos, ya que la UE podría estar más dispuesta a considerar medidas como cuotas o precios mínimos en un intento por aliviar las tensiones.

En resumen, el recorte de previsiones de Mercedes-Benz ha encendido las alarmas en el sector automotriz europeo. La dependencia de mercados como el chino y las crecientes tensiones comerciales entre las grandes potencias han colocado a las empresas en una posición de vulnerabilidad. Si bien el futuro es incierto, lo que está claro es que las automotrices deberán encontrar formas de adaptarse a este complejo escenario para mantener su competitividad y rentabilidad en los próximos años.

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