Estados Unidos

Apple apuesta por las tierras raras invirtiendo en MP Materials

La tecnológica refuerza su cadena de suministro con tierras raras estadounidenses en un contexto de tensiones con China y reindustrialización nacional.

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En un movimiento que refuerza su compromiso con la producción local y la autonomía tecnológica, Apple ha anunciado una inversión de 500 millones de dólares en MP Materials, la principal empresa minera de tierras raras de Estados Unidos. El anuncio llega en un momento clave en que las tensiones geopolíticas con China y los incentivos gubernamentales están redefiniendo las cadenas de suministro globales, especialmente en sectores estratégicos como el tecnológico.

Esta inversión forma parte del ambicioso plan de Apple de destinar 500 mil millones de dólares a la economía estadounidense, con el objetivo de trasladar parte de la producción de sus dispositivos —incluidos los emblemáticos iPhones— al territorio nacional. En concreto, la compañía ha cerrado un acuerdo con MP Materials para abastecerse de imanes fabricados con tierras raras procesadas en Estados Unidos, una pieza clave en la fabricación de motores, dispositivos electrónicos y componentes esenciales de sus productos.

Una nueva era de autonomía tecnológica para Apple

Las tierras raras son un conjunto de 17 metales fundamentales para la industria moderna, utilizados principalmente en la fabricación de imanes de alto rendimiento que convierten la energía eléctrica en movimiento. Estos imanes están presentes en todo, desde motores eléctricos hasta dispositivos móviles, y son esenciales para tecnologías emergentes como los vehículos eléctricos, las turbinas eólicas y la robótica avanzada.

Hasta ahora, el dominio chino en este campo ha sido abrumador. China ha controlado durante décadas gran parte de la extracción y procesamiento de tierras raras a nivel global. Sin embargo, la reciente decisión del gobierno chino de suspender las exportaciones de estos materiales como respuesta a un conflicto comercial con el presidente estadounidense Donald Trump —aunque con ciertos signos de distensión en las últimas semanas— ha evidenciado la vulnerabilidad de las empresas estadounidenses frente a interrupciones en la cadena de suministro.

Apple ha respondido a este escenario con una apuesta decidida por el aprovisionamiento nacional. La inversión en MP Materials no solo garantiza un flujo constante de materiales críticos, sino que también apoya la reindustrialización de Estados Unidos en sectores de alto valor añadido. El acuerdo contempla que Apple comenzará a comprar imanes de tierras raras fabricados en las instalaciones de MP en Texas, cuya producción comercial se espera para finales de este año.

Expansión industrial en Texas y California

La colaboración entre ambas compañías no se detiene en una relación proveedor-cliente. El acuerdo incluye la construcción de una nueva planta de producción de imanes en Texas y un centro de reciclaje de tierras raras en Mountain Pass, California, muy cerca de la mina que MP Materials ya explota en esa región.

La semana pasada, MP Materials firmó también un acuerdo multimillonario con el Departamento de Defensa de EE. UU., orientado a acelerar la producción de imanes y reducir la dependencia del mercado chino. El acuerdo incluye un precio mínimo garantizado para estos minerales estratégicos, con el objetivo de fomentar la inversión en minería y procesamiento nacional, una industria que se ha visto estancada durante años debido a los bajos precios impuestos por la competencia china.

El impacto de estas iniciativas no se limita al abastecimiento de Apple. Las acciones de MP Materials, con sede en Las Vegas, se dispararon un 10 % en las operaciones previas a la apertura de mercado, alcanzando los 52,37 dólares. La empresa se consolida así como un actor clave en la estrategia estadounidense para recuperar el control de sectores industriales estratégicos.

Tecnología, geopolítica y sostenibilidad

Este paso de Apple se enmarca en una tendencia más amplia que va mucho más allá de la producción de teléfonos móviles. La decisión de integrar minerales estratégicos en la cadena de suministro nacional tiene profundas implicaciones geopolíticas y medioambientales. La capacidad de reciclar tierras raras, como se contempla con el nuevo centro en California, abre también la puerta a una industria más sostenible y menos dependiente de la extracción intensiva.

Además, el impulso a la fabricación local y el control sobre materiales críticos refuerzan la resiliencia de Apple ante posibles sanciones, restricciones o disputas comerciales. En un entorno global cada vez más incierto, garantizar el acceso a estos recursos no es solo una cuestión logística, sino una ventaja competitiva.

Un mensaje al mundo: Apple quiere fabricar en casa

Con esta inversión, Apple no solo refuerza su cadena de suministro. Envía un mensaje claro: quiere fabricar más en casa, reducir su exposición a factores externos y convertirse en un modelo de autosuficiencia tecnológica en EE. UU. La alianza con MP Materials podría marcar el inicio de una nueva fase en la historia industrial de la compañía, más centrada en el territorio nacional, pero con ambiciones globales.

Mientras el mundo observa con atención la evolución de las tensiones entre Estados Unidos y China, Apple da un paso audaz para asegurar que sus productos sigan llegando a manos de los consumidores sin interrupciones, y al mismo tiempo, reconfigura la forma en que la tecnología se fabrica en el siglo XXI.

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