Volkswagen, uno de los fabricantes de automóviles más grandes del mundo, ha reducido por segunda vez en menos de tres meses sus previsiones anuales para 2024. Esta decisión refleja la creciente presión que enfrenta el gigante automovilístico alemán debido a la débil demanda en el sector de automóviles de pasajeros, un problema que afecta a otras compañías del sector, como Mercedes-Benz y BMW. La situación empeora en un contexto de incertidumbre económica global, particularmente en el mercado chino, el mayor mercado automotriz del mundo.
La decisión de Volkswagen coincide con negociaciones clave que la compañía ha iniciado con el sindicato IG Metall, el más poderoso de Alemania. Estas conversaciones giran en torno a temas como los salarios y la protección de empleos, y han generado preocupaciones sobre posibles cierres de fábricas en Alemania, un escenario histórico que, de concretarse, marcaría un hito en la industria automotriz del país.
Un descenso en las proyecciones financieras
Volkswagen ha ajustado sus expectativas de margen de ganancias para 2024, reduciendo la proyección a aproximadamente un 5.6%, significativamente inferior al rango previo de entre 6.5% y 7%. Este margen es también menor que la estimación de 6.5% que había realizado la consultora financiera LSEG. En cuanto a las ventas, la compañía ahora espera que disminuyan en un 0.7%, alcanzando los 320 mil millones de euros (356.7 mil millones de dólares), cuando originalmente esperaba un incremento de hasta el 5%.
La empresa explicó que este ajuste en sus proyecciones se debe a un entorno de mercado desafiante y a desarrollos que no han cumplido con las expectativas iniciales, afectando particularmente a las marcas Volkswagen Passenger Cars, Volkswagen Vehículos Comerciales y Componentes Técnicos.
Además de la caída en las ganancias, Volkswagen ha recortado sus previsiones de entregas globales, esperando ahora entregar alrededor de 9 millones de vehículos, en lugar del incremento del 3% que había proyectado previamente para 2023, cuando entregaron 9.24 millones de vehículos.
Esta revisión no afecta solo a Volkswagen. Porsche, que posee una participación mayoritaria en Volkswagen a través de las familias Porsche y Piech, también ha reducido su propio pronóstico en línea con el ajuste de Volkswagen. Las acciones de Volkswagen y Porsche, que cotizan en Frankfurt, registraron caídas del 0.7% y 1.6%, respectivamente, tras el anuncio.
La caída de la demanda global y el impacto en la industria
El descenso en la demanda de automóviles es parte de un panorama económico global que afecta particularmente a Alemania, cuya economía orientada a la exportación está sufriendo los efectos de una desaceleración global. A esto se suma la escasez de mano de obra calificada, los altos costos energéticos y la competencia de fabricantes asiáticos más baratos, lo que está poniendo a prueba a gigantes industriales alemanes como Volkswagen, Thyssenkrupp y BASF.
Estos desafíos no solo han afectado a las grandes corporaciones industriales de Alemania, sino que también han puesto en entredicho el tradicional modelo de relaciones laborales del país, basado en el consenso entre empresas y sindicatos. Este modelo, que durante mucho tiempo fue considerado una fortaleza en tiempos de alta demanda, ahora se enfrenta a dificultades cuando los costos aumentan más rápido que los salarios, lo que podría generar conflictos laborales.
A nivel mundial, la presión sobre la industria automotriz también es evidente, con un foco particular en el papel dominante de China en el mercado automotriz. La competencia china ha generado preocupación no solo en Europa, sino también en Estados Unidos, donde el expresidente Donald Trump ha advertido sobre la posibilidad de que China llegue a dominar la producción automotriz global. Por su parte, la administración de Joe Biden ha acusado a China de inundar los mercados internacionales con exportaciones de automóviles debido a un exceso de capacidad, proponiendo nuevas normativas que podrían prohibir la entrada de automóviles chinos al mercado estadounidense.
Volkswagen, que tiene previsto publicar sus resultados financieros del tercer trimestre el 30 de octubre, ha informado que ahora espera un flujo de caja neto en su división automotriz de alrededor de 2 mil millones de euros, por debajo de las proyecciones previas de entre 2.5 mil millones y 4.5 mil millones.
Este ajuste en las expectativas financieras subraya la magnitud de los desafíos a los que se enfrenta no solo Volkswagen, sino toda la industria automotriz en Europa, que lucha por mantener la rentabilidad en un entorno económico global cada vez más complejo.